miércoles, 14 de abril de 2010

El Proceso Creativo

Explicación correspondiente al Tema 4 del programa de la asignatura

Algunos autores diferencian entre procesos creadores de tipo científico y de tipo artístico, aunque la mayoría de los estudios de plantean desde el punto de vista del pensamiento creador como un proceso único para todos los campos.
A lo largo de este siglo se ha llevado a cabo un gran número de investigaciones que tratan de definir las etapas del proceso creativo. Incluso desde algunos sectores se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el proceso creativo sea sencillamente una unidad sin fases diferenciadas.
La “Creative Education Foundation” de EE.UU. basa el adiestramiento en un modelo de cinco etapas que considera comprobadas empíricamente y que se han mostrado eficaces en la resolución de problemas. Moles y Caude también analizan las etapas del proceso de creación inspirándose en Wallas. Distinguen 5 fases.

ETAPAS DEL PROCESO CREATIVO

Aunque básicamente las etapas son las cuatro enumeradas por Poincaré y Wallas, actualmente las investigaciones las han dotado de un mayor contenido y, con ellas, se han comprobado que el proceso creativo no sigue linealmente los pasos tal como fueron propuestos por estos autores, y que la delimitación de las fases no es tan marcada y tan clara como ellos plantearon, sin embargo, para describir el proceso, sigue siendo válida. En este caso, añadiremos como quinta fase que se corresponde con la etapa de difusión del mensaje.
Preparación: El proceso se inicia con la entrada en escena de un problema que hay que analizar cuidadosamente, separando lo importante de lo secundario. Como dice Moles, aparecen lagunas en el cuadro de conocimiento que hay que llenar de alguna manera. En esta etapa se acumula toda la información necesaria y se revisa la que tenemos sobre la materia a la que hace referencia el problema. Es una fase fundamental de documentación para llegar a las cuestiones que hay que resolver. Consciente o inconscientemente vamos absorbiendo todo lo que “pasa a nuestro lado” en relación con el problema que nos ocupa. La duración de esta fase es muy variable ya que depende tanto de nuestros conocimientos previos relacionados con el problema como de la cantidad de información que tengamos que analizar.

Incubación: Esta fase comienza con el establecimiento de las primeras hipótesis y finaliza antes de llegar a la solución definitiva. Para Moles, durante esta etapa el individuo dedica todas sus energías a la resolución del problema. La consciencia se relaja y se abre de par en par. Se trata de una fase de trabajo inconsciente en la que la tarea es tomada y dejada varias veces, y son precisamente esas pautas las que hacen que el problema sea visto cada vez con mayor claridad. Es una fase de concepción en la que el individuo utiliza todo lo que tiene a mano para solucionar el problema planteado. Su duración suele ser larga, movilizando todos los recursos de la inteligencia. Y posiblemente es en esta etapa en la que tiene lugar la verdadera originalidad. De todos modos, en la situación actual de las investigaciones, podemos decir que durante la incubación “se producen fenómenos poco explicados, acerca de los cuales hay diversas teorías, se rompen las rígidas asociaciones establecidas en la vida consciente y surgen otras transformaciones” (Marín Ibáñez, 1995).

Iluminación: Este es el instante del eureka. Se presenta en momentos inesperados, cuando el individuo aparentemente está alejado del proceso y relajado. Es el momento del descubrimiento, cuando se llega a la solución del problema. El individuo en ese instante siente que ha dado con la clave; se trata de un periodo de tiempo muy breve que lleva directamente a la solución, a la creación. El problema desaparece ante nuestros ojos viendo con absoluta claridad la solución. Solución que, sin ningún problema, puede estar completamente equivocada, porque nadie garantiza el éxito al final del proceso.

Verificación:
Estamos en la fase en la que se materializa la creación para comprobar y examinar si solucionar el problema inicial. Para muchos autores es el final del proceso creativo, para otros es fundamental descubrir caminos para comunicar los resultados. Pero, en cualquier caso, en esta etapa se trata de comprobar si las ideas propuestas son capaces de superar los criterios planteados. Es decir, la solución se exterioriza y se hace susceptible de control validándose según unas reglas. El criterio más frecuente enumerado es la novedad, aunque aquí tampoco hay un acuerdo generalizado sobre lo que se debe entender por nuevo. Guilford habla de inusitado, dado por supuesto que estamos hablando de rareza en sentido estadístico. Ghiselin considera nuevo aquello que aparece por primera ver en el tiempo. Pero este criterio es insuficiente y se añade la adecuación de la idea propuesta al problema planteado, su validez o su utilidad para resolver la situación inicial, etc. Algunos autores incluyen también criterios de tipo subjetivo como la elegancia o la estética. Más adelante dedicaremos un apartado al estudio de los factores de la creatividad. Lo importante es contar con los criterios necesarios y elaborar los medios adecuados de comprobación para poder decidir si lo que surgió en la iluminación no es utilizable o si la verificación ha sido satisfactoria. Y aún así, la utilidad de una idea no siempre se puede considerar definitiva.

Difusión y comunicación
A estas cuatro fases clásicas, añadimos la quinta que se corresponde con la que Moles y Caude denominan la etapa de difusión y socialización. En ella, lo nuevo creado pasa a ser aceptado en el mundo. No es suficiente con que el invento sea aceptado por el entorno del creativo, el producto creado debe trascender al público para que sea conocido y aprobado.

Información obtenida de:
Ideas propias
http://es.wikipedia.org/wiki/Creatividad
http://www.mentat.com.ar/proceso_creativo.htm
http://manuelgross.bligoo.com/content/view/181968/Las-caracteristicas-y-etapas-del-proceso-creativo.html

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